30 semanas y 5000 km…


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… Me morí de miedo cuando una rata pesada por haber comido parte de mi chocolate se cayó sobre mi cara en plena noche – volver a ser católico, musulmán o budista frente al esplendor de la Naturaleza Patagónica o de la Cordillera – pasar 2 noches en un refugio con 4 pescadores fanáticos y aprender a cocinar una trucha al limón de bomba – jugar a las escondidas con la ballenas en el canal de Beagle en Ushuaia – aprovechar a estar recorriendo el país del asado para volver a ser vegetariano – ganar 3 sobrenombres: flaquito, el Belga, el loco –  aprender a hacer su propio pan integral – despertarse el día de su cumple con un montón de post it pegados en los árboles – practicar yoga sobre los techos de Buenos Aires –  jugar al frisbee en las calles de Santiago de Chile – cruzar la frontera con miel, algo muy muy reprensible – hacer dedo por primera vez de su vida y recorrer 3500km en camión de una vez – decir “maman” por primera vez desde su muerte – intimar con la luna hasta mirarla a los ojos mientras se pone lentamente – aprender una palabra de Castellano más cada día – compartir la cotidianeidad de los alumnos de una escuela experimental en Ushuaia y dar y recibir, dar y recibir – tener su primer curso de navegación con un pampero durante una regata de 2 días – celebrar el ano nuevo en una piscina con vista sobre al Océano Pacifico – querer ser bombero por haber sido invitado a dormir una noche con ellos en el cartel – dormir 12H sin parar y sin remordimiento después de un tramo de 170km en bici – que lo roce un coche a punto de salir de la ruta y darse cuenta que todo todo puede acabarse de repente – encontrar tantas “casualidades” que ya no se puede creer más en ellas – demasiado pocas llamadas Skype con mi ahijado Martin – 200 amigos FB borrados pero cuantos ganados? – decenas de caramelos a falta de monedas en el supermercado – un cuerpo que no para de sorprenderme por sus recursos por más poco que acepte escucharlo – decenas de noches con vista a las estrellas en el cielo…gratis – al menos una palta por día comida – un jean, un par de auriculares, una bolsa de dormir, un móvil, una cámara de video, una llanta, una cubierta y 4 frenos gastados, hundidos, perdidos o muertos por accidente – un amor que se fue – unos días a querer un perro, un divorcio, una hipoteca y un sueldo – otros días a querer un volante o si no, un acelerador – agacharse para beber el agua del río – apagar la luz de la antorcha y comer en la oscuridad para “ver” que sabor tienen los alimentos – despertarse en plena noche, muerto de sed, y caminar una hora hasta el río, al final no tan cerca – muchas veces querer compartir esos momentos con alguien en el instante y por la vida – molestar a caballos, zorros, guanacos y a veces empleados de YPF al armar la carpa – tener la impresión que las paredes de la carpa de vez y cuando son demasiado – padecer una necesidad de bajar de la bici para tocar Tierra y caminar un rato empujándola – silbar de alegría bajo la lluvia – probar sin éxito la “carpa buque”, sorprendido por una subida repentina del nivel del agua del río – quedar feliz con la imaginación que nace de un hambre tenaz – beber 8 litros de agua y solo evacuarlos al sudar – llorar de felicidad,  de tristeza, por los amigos que quedaron atrás o simplemente por estar Vivo – no caer enfermo ni una sola vez – no dar más importancia a la edad – querer devolver todo lo recibido sin saber como – prender su primer fuego de campo antes de que le ordenen apagarlo, orden de un batallón de policía salido de todavía no sé donde – estar invitado a beber el vino como un gaucho (con la boca abierta a 10 cm del pico de la bota – haber cocinado un stoemp (receta tradicional belga) en Tierra del Fuego – sentir un escalofrío recorrer su columna vertebral a pleno sol – aprender la cohabitación en I m cúbico con 4 alforjas y una mochila – aprender la paciencia por la fuerza y reconocerse mal alumno – a falta de contar los corderos, a menudo contar las gotas de lluvia que caen del techo de la carpa – dormir en una capilla, una parada de bus, una iglesia, un galpón o a veces una habitación – darse cuenta que la barrera del sonido con una bici que pesa 180kg es aproximadamente de 70km/h – celebrar 3 veces su cumpleaños- a veces rozar por el espíritu que somos uno con la Naturaleza.

Y más aún…

 

Sebas desde Esquel



Posted on 20th avril, by Sebas in Cycling South America
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Une réponse à “30 semanas y 5000 km…”

  1. Catherine dit :

    Eres increíble Seb.

    Suerte en la siguiente etapa!!.
    Te aseguro que cada día vivirás experiencias más lindas y más enriquecedoras. ;)

    Te abrazo desde el centro de mi corazón
    Cath

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